Ubicadas en el Parque Nacional Iguazú, estas cataratas son una maravilla que compartimos con Brasil, ya que forman parte de la frontera entre ambos países. Pero acá en Argentina, nos sentimos dueños y orgullosos de este tesoro natural.
La Garganta del Diablo, el salto más imponente, te espera para dejarte boquiabierto. El rugido del agua, la neblina que se levanta y la sensación de estar cerca de una maravilla única en el mundo es algo que hay que vivir. Prepárate para mojarte un poco, pero te aseguro que vale la pena.
El paseo por las pasarelas te lleva a descubrir la diversidad de flora y fauna que rodea las cataratas. Te vas a cruzar con coatíes curiosos que andan por ahí, y aves de colores vibrantes que te dan la bienvenida a su hogar.
Y si te gusta la aventura, hay paseos en lancha que te acercan aún más a la caída de agua. Vas a sentir la adrenalina y la emoción de estar justo al lado de semejante maravilla natural. Pero ¡ojo! Prepárate para salir empapado.
Después de un día explorando las cataratas, te recomiendo probar la comida regional. No te podés ir sin degustar las empanadas, el asado y, por supuesto, un buen mate. La hospitalidad argentina se siente en cada rincón de Misiones.
Las Cataratas del Iguazú te van a dejar sin aliento. Es un viaje que combina naturaleza, emoción y buena comida…a disfrutar!!!
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